¿Por cuál me decido?

Por fin llegamos a uno de los momentos más críticos en la vida de una novia... LA ELECCIÓN DEL VESTIDO. Siempre me había preguntado porque era tan difícil tomar esa decisión, duda que desapareció cuando me tocó a mi decidir. Y la respuesta es muy simple. Es TU día, el gran día en el que eres la completa protagonista. Vas a caminar por un pasillo y cientos de ojos te mirarán a ti y solo a ti!! ¿Es como para preocuparse o no?

De mi experiencia saqué que lo mejor es ir sin una idea preconcebida de lo que queremos, aunque sí puede ser bueno saber que NO queremos, algo que suele ser más fácil. Aunque si os digo la verdad, yo estaba convencidísima de no querer llevar palabra de honor y . . . ¿sabéis con qué me casé? ¡¡Con un vestido palabra de honor!!

Mi consejo: dejaros aconsejar. Las personas que trabajan en tiendas de vestidos de novias saben qué nos sienta mejor por la forma de nuestro cuerpo, nuestras curvas, la cara, la fecha, incluso la hora. . . cosas que a nosotras se nos pueden escapar así que primero de todo, escuchad sus propuestas. Y luego, y muy importante, probaros todo lo que os enseñen. Muchas veces un vestido en la percha no dice nada, pero puesto puede sorprendernos. Al final, de entre los muchos vestidos que os probéis, ahí estará VUESTRO vestido.

Tenéis que saber algo muy, pero que muy importante; no somos nosotras quiénes elegimos el vestiso, sino que ¡¡es el vestido el que nos elige a nosotras!!

La verdad es que yo no me volví loca buscando vestidos. Justo 1 año antes de la boda cogí cita en Rosa Clará (Velázque) y Pronovias (Serrano) y allí que me fui con mi mami y mi hermana. En Rosa Clará me probé 4 vestidos y aunque eran preciosos, no me hicieron sentir mariposas en el estómago, además, sabía que cuando lo encontrara, tanto mi madre como mi hermana llorarían al verme. . . Así que nos fuimos rumbo a Pronovias.

Tal y como os he dicho, me dejé aconsejar en todo momento y de verdad que me probé de todo. Con un tirante, de escote en pico, con pedrería, de encaje, de satén, ¡¡Unos 14 vestidos en una tarde!! Pero al final, lo encontré y me enamoré de él, bueno de ellos. . . Tuve una pequeña crisis al elegir entre estos dos modelos, a ver qué os parecen:

Modelo Fresno Pronovias 2011

Precioso, ¿verdad? Vestido palabra de honor, entero de encaje con un fajín en la cintura. Es el romanticismo hecho vestido.

Pero uno de mis diseñadores favoritos parece que había diseñado el vestido especialmente para mi, así que el gandor fue. . .

Modelo Onil de Manuel Mota para Pronovias

Vestido palabra de honor en micado de seda con espalda en pico con lazo y pliegue en el escote. No os puedo explicar exactamente qué sentí porque es algo que no puede describirse con palabras, pero os puedo decir que verte vestida de novia ya te hace imaginarte caminando hacia el altar junto a tu chico. ¡¡Fue una sensación increíble!! Y con él fue con el que mi mami, mi hermana Silvia y yo nos pusimos a llorar, así que no había duda, ¡¡Era MI VESTIDO!!

¿Qué os parece? ¿Os gusta?

En la siguiente publicación prometo colgar fotos mías el día de la boda para que veais con qué lo combiné y cuál fue el resultado final.

¡¡Feliz comienzo de semana!!

P.D.: Hoy es el 27 cumpleaños de Noe. . . ¡¡Muchísmas felicidades mi niña!! Te adoro.